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10 errores que no debes cometer al hacer la reforma de una vivienda

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A muchos se nos ha pasado por la cabeza en algún momento llevar a cabo una reforma en casa, y aunque creamos que puede resultar sencillo, la verdad es que esto requiere más que sólo de una buena intención.  

Los errores en una reforma en casa son muy comunes, sobre todo cuando las reparaciones se vuelven un desastre y extienden el tiempo previsto para hacer la renovación; terminas perdiendo meses, incluso años.  

Pero descuida, no todo debe ser negativo, además, tampoco buscamos desanimarte, sólo queremos ayudarte y por ese motivo hoy te explicaremos al menos 10 de los factores que debes tomar en consideración antes, durante y después, de cualquier cambio o reforma. Eso sí, partiendo de las sugerencias de los expertos en la materia para que de esta manera acabes disfrutando la experiencia. 

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Los 10 errores más comunes en las reforma de una vivienda

1. No tener en cuenta imprevistos 

Los imprevistos pueden suceder en cualquier plan, y por supuesto, las reformas no son una excepción. Para estos casos, Alba V. Codesido, fundadora del estudio de arquitectura y diseño de interiores Basamenta explica que “uno de los imprevistos más comunes con los que te puedes encontrar, sobre todo en viviendas antiguas, son los desniveles de techos y paredes. Es algo que no es fácil de detectar y que puede ocasionar un buen susto a la hora de rematar la obra y colocar la carpintería”. 

Tuberías rotas, reforzamiento de paredes… Son muchos los otros inesperados que pueden aflorar, y no es cuestión de ser adivino y predecir los inconvenientes que puedan surgir, pero para evitar sufrir en estos casos es importante tener una base económica extra que te permita solventar estas situaciones.  

2.  Estética antes que funcionalidad 

Por supuesto que si llevas a cabo una reforma en casa esperas a que el resultado sea uno bonito. Pero antes que nada debes tener en consideración que la comodidad es el foco principal en el que debes enfocarte al iniciar el proyecto; a la larga lo agradecerás.  

Por ejemplo, si lo analizas bien, la dirección de la casa es importante para recibir más horas de luz y de esa manera ahorrar electricidad. También, la iluminación en la cocina, en el armario o en lugares de trabajo será una decisión que con el tiempo te premiará.  

En ese sentido, El País citó a Ramsés Jiménez y Laura Pol, interioristas fundadores del estudio RÄL 167, ambos aconsejan que lo más importante es ser realista con las necesidades y el presupuesto del que se dispone. Entonces según su opinión “hay que jerarquizar y tratar de buscar las mejores calidades que puedan costearse, pero sin generarse unas expectativas inalcanzables”. 

3. No permitir asesoría 

Iniciar este proceso es sinónimo de depositar tu confianza y dinero en el contratista o arquitecto que trabajará en la reforma. Por tal motivo, debes confiar en su experiencia.  

De acuerdo con Codesido “el cliente es el agente principal de una reforma, su visión es esencial para lograr que el resultado sea satisfactorio, pero ha de dejar espacio a los profesionales en el asesoramiento estético, técnico y de ejecución”. 

De igual forma, insta a ponerse en manos de un buen profesional y permitir que este le guíe en sus gustos y necesidades personales; pues este es quien puede materializar sus deseos y que así ambas partes queden satisfechas.  

4. No solicitar varios presupuestos 

Se sugiere al menos contar con tres presupuestos de proyecto y además un encuentro formal en persona con cada uno de los posibles candidatos.   

Alba V. Cosido indica que el proceso de selección no debe ser guiado exclusivamente por el aspecto económico. “Hay que buscar antes referencias y asegurarte de que sean buenos profesionales, serios y con personal suficiente para llevar la obra a cabo a tiempo”. 

5. Aferrarse a un presupuesto irreal 

Uno de los errores más comunes es no acotar en el presupuesto inicial hasta el último gasto. Para evitar esto se debe tener presente desde las grandes partidas hasta otras más insignificantes como picaportes o luminarias.  

6. No planear mentalmente la distribución del espacio 

Reflexionar sobre dónde irá ubicado el sofá, la tv, las luces… requiere de un plan mental ¿Por qué? Sencillo, resulta que al idealizar un poco lo que deseas podrás saber bien qué vas a necesitar y la funcionalidad para la vivienda.   

7. Comprar muebles antes de finalizar 

Tomando en cuenta el punto anterior, aunque ya tengas en mente una idea de los espacios de casa, no debes adelantarte a comprar los muebles antes. Pues en ocasiones el resultado final puede distar un poco de la idea original, y al final te quedarás con muebles que no encajan bien. 

8. No estar al tanto de lo que sucede 

“El cliente debe implicarse de forma muy activa, sobre todo, en la fase de toma de datos, dando un relato detallado a los interioristas durante el proceso de diseño para que este sea certero”, explica el estudio RÄL 167. No prestar suficiente atención puede pasar factura más adelante. 

9. Ser impaciente con el plazo de entrega 

Las reformas llevan su tiempo, y, por lo tanto, es necesario armarse de paciencia y aceptar que los plazos son orientativos y no definitivos.  

Pero en caso que necesites entrar a vivir en una fecha concreta sin posibilidad de dilatarse el trabajo en el tiempo, debe establecerse como una cláusula en el contrato de obra. 

10. No disfrutar la reforma

Aunque han satanizado mucho la experiencia de una reforma, si piensas en un plan b para los posibles inconvenientes que pudieran surgir en el camino, posiblemente terminarás con una experiencia enriquecedora.

Licenciada en comunicación social egresada de la Universidad Santa María de Venezuela, con más de cuatro años de experiencia específicamente como periodista web y como Content Manager.

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