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¿Qué es un tasador inmobiliario y cuáles son sus funciones?

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Existe una gran cantidad de situaciones en la que podríamos requerir de los conocimientos de un tasador inmobiliario: desde conocer el valor de una vivienda o de alguna herencia; o si se requiere algún asesoramiento especial en un proceso de compraventa o la contratación de una hipoteca. De este modo, un tasador inmobiliario es un profesional independiente, generalmente con estudios en arquitectura, arquitectura técnica, ingeniería de la edificación o urbanismo, que evalúan detalladamente una propiedad para obtener, con la mayor precisión, el valor real de bienes inmuebles como viviendas, edificios y locales comerciales.

Para calcular el valor de mercado del inmueble, el tasador deberá analizar todas las características de la propiedad, incluyendo la ubicación, el valor de propiedades similares en el mercado, el estado físico del inmueble, etc. Todo esto con la finalidad de poder determinar el valor de tasación de un inmueble.

Los tasadores inmobiliarios son uno de los tipos de tasadores con más demanda, dado que se requiere de sus servicios para casi cualquier operación que implique alguna transacción relacionada con bienes inmuebles. Generalmente, la mayoría de los tasadores inmobiliarios trabajan con Sociedades de tasación, quienes se encargarán de elaborar informes conforme a la normativa vigente, teniendo en consideración la finalidad de dicho informe y la tipología de la propiedad. Además, debe cumplir con la responsabilidad de ser totalmente objetivo a la hora de tasar una propiedad, por lo que es recomendable que el tasador no evalúe sus propias propiedades a la de sus familiares.

¿Cuáles son las funciones de un tasador inmobiliario?

Algunas de las funciones generales de un tasador inmobiliario son las siguientes: estudiar las características de una propiedad (pisos, terrenos, torres, apartamentos, casas, fincas, etc.), dibujar un croquis con la distribución del inmueble, recopilar datos importantes que puedan influir en la tasación final del inmueble, teniendo en cuenta algunos aspectos físicos como la fachada, la altura, la distribución por metro cuadrado, la superficie del lugar, la vista y todo el entorno.

El tasador inmobiliario también debe encargarse de comprobar que toda la documentación del inmueble esté correcta, considerando el año de construcción de la propiedad y si posee una hipoteca. Al tener esta información, el tasador procede a realizar una valoración entre la propiedad que se está tasando y otros inmuebles de características similares que estén en la misma ubicación.

De esta manera, un tasador inmobiliario toma en cuenta las ventas recientes de propiedades en la zona, la superficie de la vivienda, la antigüedad de la construcción, el estado de conservación del inmueble, los materiales de construcción y si posee aire acondicionado y calefacción, las zonas de acceso y áreas comunes y la cercanía a los medios de transporte público, para obtener el valor más preciso de una propiedad.

Estas tasaciones periciales deben estar homologadas por el Banco de España para poder obtener un certificado y un informe de tasación, sobre todo para proceder a la solicitud de un préstamo hipotecario, aunque también pueden ser necesarios sus servicios en gestiones de herencia, donaciones de patrimonio y compraventa de bienes inmuebles.

Suhail Prato Editor

Licenciada en Literatura, escritora por vocación y lectora por convicción. Amplia experiencia en redacción de ensayos críticos y artículos periodísticos en diversos medios digitales y plataformas en RRSS. Blogger y Copywriter.

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