Casas de famosos
La mansión abandonada de Pablo Escobar en Isla Grande
Durante las décadas de los 70 y los 80, un hombre nacido en el seno de un hogar humilde en Colombia se convertiría en el narcotraficante más famoso y millonario de la historia. Se trata de Pablo Escobar Gaviria, más conocido en el mundo delictivo como ‘El Patrón’. Además de haber hecho historia por convertirse en un criminal confeso que participó con total libertad en el senado de Colombia y por ser querido y aclamado en su ciudad natal como si se tratara de un héroe, Pablo Escobar también se hizo muy famoso por su vida de lujos y sus gustos extravagantes, siendo su mansión en la Isla Grande una de sus posesiones más preciadas al convertirse en su guarida. Sin embargo, tras su muerte en 1993, esta mansión dejó de ser un símbolo de poder para convertirse en un recordatorio de la maldad de Escobar, por lo que quedó totalmente abandonada y convertida en ruinas.
Durante sus años más activos como uno de los criminales más buscados por la Interpol y por la DEA, Pablo Escobar mandó a construir una imponente mansión en Isla Grande, en el archipiélago de Islas Rosario, muy cerca de la costa de Cartagena de Indias. En ese lugar, Escobar se reunía con sus “socios” y diseñaba sus rutas de tráfico, negocio con el que llegó a acumular una fortuna de 25.000 millones de dólares, y su mansión era una pequeña representación de su imperio. Sin embargo, todo se ha reducido a escombros.
Este palaciego lugar contaba con unas 300 habitaciones con vistas al mar, aunque aún así no era lo suficientemente grande para hospedar a todos sus secuaces, por lo que solo tenían acceso las personas más influyentes de su entorno. El vestíbulo conducía a una inmensa terraza, lugar que estaba rodeado de palmeras y otras plantas tropicales que creaban el idílico jardín que enmarcaba toda la propiedad. No obstante, ahora ese jardín ha sido tomado por la maleza y por los animales salvajes de la región.
La mansión abandonada de Pablo Escobar: un recuerdo tangible de su opulencia
Al que fuera en su día el jefe del ‘Cartel de Medellín’ le fascinaba la idea de estar por encima de todo: de la ley, de las reglas, la moralidad y hasta de su propia familia. Por ese motivo, Escobar quiso que le instalaran su propio helipuerto en la mansión, dado que así podría huir más rápido en caso de ser necesario. Además, tenía su propio ejército de asesinos a sueldo, por lo que tomó la decisión de construir otra mansión solo para ellos, justo al lado de la piscina, un lugar que no conserva ni el más mínimo de sus encantos
Al entrar en la mansión principal, se pudo observar que había sido decorada con hermosos azulejos de mármol en color blanco, y aunque las paredes están totalmente agrietadas, aún se puede observar la paleta de colores que ‘el Patrón’ había elegido para su escondite: una mezcla de azul pastel y rosa coral, esquema de color muy representativo de los 80.
Licenciada en Literatura, escritora por vocación y lectora por convicción. Amplia experiencia en redacción de ensayos críticos y artículos periodísticos en diversos medios digitales y plataformas en RRSS. Blogger y Copywriter.