Reformas

¿Qué diferencias hay entre una obra mayor y una obra menor?

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Son muchas las dudas e inquietudes que surgen a la hora de llevar a cabo cualquier tipo de reforma en nuestro hogar, siendo la solicitud de licencia una de las más recurrentes. Y es que, en efecto, se necesita una licencia de obra para realizar cualquier tipo de modificación o intervención en una vivienda o un local comercial, por muy sencilla que sea. Por ende, según el tipo de obra que se vaya a ejecutar, se deberá solicitar una licencia para obra mayor u obra menor.

La diferenciación y clasificación de estas licencias se recogen en la normativa urbanística de cada municipio, ya sea en las Ordenanzas Municipales o en el Planeamiento General de Ordenación Urbanística. En consecuencia, la calificación de obra mayor o menor dependerá absolutamente de la normativa local sobre uso y edificación.

¿Qué es una obra mayor?

Las obras mayores son todos aquellos proyectos de arquitectura en las que el nivel de complejidad técnico y constructivo requieren de la elaboración y posterior aprobación de un proyecto técnico por parte del Colegio Oficial correspondiente. Por ejemplo, se puede considerar como una obra mayor aquellas reformas que involucren la construcción de una nueva planta, la ampliación de extensión de una edificación existente, las reformas que puedan modificar el conjunto estructural, las intervenciones que suponen una rehabilitación integral de una edificación o vivienda unifamiliar.

En resumen: para realizar este tipo de reformas complejas se debe tramitar la solicitud de licencia de obra mayor en el ente correspondiente dentro del municipio en el que se encuentra la propiedad.

Obra mayor

¿Qué es una obra menor?

Por otra parte, una obra menor son todas aquellas reformas que se suelen caracterizar por un nivel mínimo de complejidad técnica y una escasa entidad constructiva, lo que supone un proyecto menos ambicioso económicamente. En general, este tipo de obras sencillas no requieren de ningún proyecto técnico avalado por profesionales, dado que consisten en pequeñas reparaciones de naturaleza simple: decoración, limpieza o mantenimiento de acabados que no modifican o afectan los elementos comunes de la edificación, el conjunto estructural, las condiciones de habitabilidad y seguridad, las instalaciones de saneamiento vertical, los ductos de ventilación ni la fachada exterior la propiedad.

Ejemplos de obra menor: todas aquellas reformas interiores o parciales en las que se modifica la tubería existente, pero no se interviene en la estructura; obras de reparación o sustitución de suelos, techos, paredes, chapados y escayolas; renovación de las instalaciones de electricidad, calefacción, fontanería y demás revestimientos.

Obra menor

En conclusión, para poder realizar una obra menor se debe tramitar una Comunicación previa de obras menores o una Solicitud de licencia de obra menor. En ambos casos se deberán presentar los permisos de la obra y la adecuación de la reforma a las normas urbanísticas, de habitabilidad y de diseño actual, garantizando que estas renovaciones no afectan la seguridad estructural de la propiedad. Sin embargo, no se podrán considerar como obras menores todas aquellas que impliquen un cambio de uso en el inmueble. Por ejemplo, el acondicionamiento de un local o un almacén como vivienda no se puede considerar como una obra menor, puesto que se estaría cambiando su uso característico. 

Suhail Prato Editor

Licenciada en Literatura, escritora por vocación y lectora por convicción. Amplia experiencia en redacción de ensayos críticos y artículos periodísticos en diversos medios digitales y plataformas en RRSS. Blogger y Copywriter.

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